21 febrero 2010

Para empezar a transformar este lugar...

Voy a hacer de este espacio una bitácora más fiel de mi trabajo, no con alusiones esporádicas y a veces inconexas. Mostrando lo que me importa, las cosas que influyen o son el motor de mis pinturas. Trabajar la mayoría del tiempo en soledad hace que esto ya sea una necesidad que ya no se puede ignorar. Preguntas, comentarios, incomprensiones, críticas o lo que sea serán muy bien recibidos. Hoy me di cuenta que pasé mucho tiempo con mis bitácoras archivadas y qué error... dejaré unas notas (a manera de introducción) que cuando las releí ya no tenía consciencia de haberlos escrito:








En algún momento decidí que iba a dejar de pegar cosas en las paredes, puesto que no hay nada más ignorado que lo que está puesto en una pared (a menos que sea por un corto periodo). Uno no puede pretender que una nota o apunte tenga efecto si no existe la distancia adecuada y la pared cotidiana no ofrece ninguna distancia. El tiempo también influye.

17 febrero 2010

Una pasada de mis pensamientos

Yo escribo sobre pintura, eso es a lo que me dedico de vez en cuando en este blog, no me importa si los canso con tanto cuento pero estoy seguro que este es mi aporte. Pensar si de verdad vale la pena escribir sobre pintar nunca me va a dejar en paz, pero siempre termino clarificando mis ideas así que sigo haciéndolo. Intento hablar desde mi perspectiva y nunca es un absoluto lo que escribo ni abarca tanto como quisiera.

Trataré de aclarar mi interés por los objetos, la materialidad, lo real, la carnalidad de la pintura, la sensación de corporalidad que envuelve toda mi vida y la forma en que intento llevar eso de un nivel simbólico a uno real (esto todavía me tiene pensando si es posible describirlo así). Y ¡Ja! Qué tan pretencioso suena esto, sin embargo voy a intentarlo. Estoy bastante seguro de que gran parte de todo lo que hago va dirigido a estos intereses y tengo una gran necesidad de explicarme con imágenes (Este intento con palabras ya empieza a tropezar con la racionalidad).

Se trata de algo que tienda más a “estar ahí” que a “narrar”. Si bien se que la pintura tiene gran capacidad de narrar, prefiero su aspecto inherente de simplemente ser, algo que con la no-figuración o el arte informal se ha recalcado.

La pintura detiene el transcurso de las cosas, congela una narración o capta el estatismo de los objetos. Lo que está quieto en la realidad está quieto también en la pintura. Se pasa por alto a veces algo tan básico como que la pintura es una parte de todo lo que existe en la quietud.

Puesto así lo que se da es un puente por el que transitan las interpretaciones, pero más pretendo que sea un puente entre dos asuntos reales: “la realidad” y la “realidad” de la pintura.

La “realidad de la pintura” parece que es lo que más me he empeñado en demostrar y en aclararme. Cuando se pinta para crear una ilusión no se hace tratando de describir al objeto o de pintarlo tal como es (cómo diablos se logra esto no se), por lo que para mi es preferible pintar lo que siento sobre las apariencias y aquí hay una gran diferencia en cuanto al método para proceder (al menos en mi cabeza). A fin de cuentas mi conclusión es que eso que está puesto sobre la superficie de la tela no sólo es una interpretación de lo real, sino es lo real mismo. Sólo así entiendo que yo me tome esto tan en serio.

No se por hoy hasta dónde más ir, es que se avanza lento, por eso dejo el texto aquí cortadísimo. A veces lo más real pareciera la no-figuración y los referentes un estorbo, a veces no.

En una entrevista a Gerhard Richter, este dice:

“los cuadros abstractos son modelos ficticios, porque visualizan una realidad que no podemos ver ni describir, pero que, no obstante, podemos llegar a la conclusión de que existe. Asignamos nombres negativos a esta realidad –lo desconocido, lo incomprensible, lo infinito- y durante miles de años lo hemos representado por medio de imágenes sustitutivas como cielo e infierno, dioses y demonios. Con la pintura abstracta hemos creado un medio mejor para dirigirnos a lo que no se puede ver ni comprender, porque la pintura abstracta ilustra con la máxima claridad, es decir, con todos los medios a disposición del arte, “la nada”. (…) No es un juego ingenioso; es una necesidad, y como todo lo desconocido nos asusta y nos llena de esperanza al mismo tiempo, tomamos estas imágenes como una explicación posible de lo inexplicable o, por lo menos, como una forma de manejarlo”.

Lo más real, aunque se dice ser un modelo ficticio, pareciera representar con los medios a disposicón del arte ningunda otra cosa más que los medios a disposición del arte, o sea nada.

06 febrero 2010

4 de febrero

Me pusieron a replantearme algunas cosas que hace rato venían espinando por ahí. ¡Qué bien la compañía de este par de compas! Un tema particular: La galería-ligado a ¿para qué es el arte? – (¡cómo odiamos estas preguntas, esos sustantivos!) Ahorrando explicaciones, desarrollos, detalles, antecedentes, motivos, impulsos, bla bla blas, me voy a directo a mis conclusiones:

-El arte no sirve para todo: tiene sus límites y es y no es lo grandioso. Queremos que trascienda, creemos que trascendemos, pero a veces parece que incide más la palomilla contra mi ventana.
-El arte no va a cambiar la mierda de este mundo y prefiero ni forzarlo. Parece que nada va poder cambiar nada, pero hay formas de hacer intentos reales y aparentemente efectivos. El arte no es una de ellas. Si alguien comprende cómo o tiene cierta fe, me urge explicación.
-El uso terapéutico del arte es tan frecuente en tantos, que a mi me encanta como droga. Pero que pereza estar llenándose la cabeza de las chocheras de todo mundo, mejor que los artistas aprendan a camuflarlas bien. Tampoco creo que todo se reduzca a un desahogo, pues sería fatal.
***Admiro la capacidad de simbolizar del arte. En ese campo todo tiene sentido y ahí me moveré con todas mis ganas. Mi mayor entusiasmo aquí.
-A veces prefiero ver cualquier cosa bien manufacturada que la instalación contemporánea más aburrida. Otras no soporto los lugares comunes de tantas representaciones y prefiero los mensajes más subjetivos e incomprensibles de lo posmoderno.
***Nada mejor que unos colores bien enchorchados, que la materia como fin en sí mismo.
-Las galerías no van a dejar de existir, entonces que se usen para lo que de verdad sirven, aunque sirvan poco y para pocos.
-Creo que la pintura es y seguirá siendo una vara de élite, siempre ha sido así, pues el modo de consumir una pintura conlleva eso. El que posee la pintura cree de alguna forma poseer lo que está representado, a cambio se le exige dinero y cuelga su objeto ficticio (pero real) sobre su pared que tanto quiere y lo ve todo como una gran conquista. Algunos excéntricos organizan reuniones para mostrarle a sus amigos su nueva adquisición. Bien sabido es que los precios altos se ajustan a esta lógica, pues el comprador no quiere algo que cualquiera pueda poseer. Así de extraño es el asunto a veces.

Por hoy paro y hasta aquí llego, pero este tema no se agota.